ANÁLISIS INVENTIVO
El análisis inventivo consiste en superar la ignorancia
inicial respecto a un lugar, en combatir el sentimiento de ausencia de
conocimientos o de su acumulación desordenada sobre él, a fin de aproximarse al
espacio en su singularidad. Primero debe adoptarse una actitud de “atención
flotante”, para impregnarse. Para ello, deben hacerse largas visitas al lugar y
sus alrededores, a distintas horas y en todas las épocas, con el fin de
empaparse de él de pies a cabeza casi hasta el aburrimiento. Frecuentar el
lugar no quiere decir estar allí, ávido de aprehenderlo, sino vivir unos
momentos gracias a él y con él: en sus sombras y en sus luces, leer allí,
charlar allí. Después, deben buscarse los puntos de vista privilegiados,
descubrir los micropaisajes y las perspectivas que los unen, localizar y
comprobar las escalas visuales y táctiles que ofrece y, en paralelo consultar
su “memoria”, los nombres de lugares, cuentos y leyendas locales asociados a
él, indagar en sus historias, en la historia. Analizar lo existente es también
descubrir en el uso de los lugares lo que ha sido ocultado por el desgaste de
lo cotidiano y esta a punto de desaparecer. ¿No conviene redescubrirlo para
evitar tener que recrearlo dentro de poco y para mantener la potencialidad de
nuevas y eventuales presencias?
Después, puede tirarse de los hilos descubiertos, ir a
ver a aquellas personas portadoras de informaciones preciosas, consultar a
algún especialista –por ejemplo, un músico, un ecologista, un técnico acústico
o un ingeniero hidráulico- e ir con ellos al lugar, pero por separado, para que
no se influyan mutuamente. Debemos asimismo hacer visibles las huellas de las
nuevas prácticas todavía no identificadas o, dicho de otro modo, hacer evidente
la cara no visible de lo visible. Por tanteos siempre repetidos –pues se trata
de azar-, siempre diferentes, hay que iniciar otras aproximaciones o
conducirlas según las circunstancias, por ejemplo estudios e investigaciones
que abarcan nuevas hipótesis. Estas, una vez seleccionadas, concretadas,
comprobadas, se convierten en orientaciones que, respaldadas por estudios que
anticipan lo vivido de la realización y en particular su gestión, son
susceptibles de guiar sin discontinuidades la organización y sus formas (el
inflexus), que entraran dinámicamente en los procesos elegidos. El análisis
inventado es el principio del proceso de la inflexión en la remodelación de los
lugares.
Bernard Lassus
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